APUNTE BIOGRAFICO

 

  Miquel Barceló

Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) Artista español que figura entre los más cotizados y unánimemente reconocidos del panorama actual. Dotado de una formidable fuerza creativa, su obra abarca desde inmensas telas y murales hasta esculturas de terracota y cerámica. Su pintura, incorpora numerosos referentes culturales, entre los que cabe destacar en una primera etapa el trasfondo mediterráneo, y a raíz de su estancia en Mali, iniciada en 1988, el paisaje y la forma de vida africanos; más recientemente ha introducido en su obra complejas e intelectualizadas reflexiones sobre el entorno privado del artista, como su taller o su biblioteca. Otro ámbito destacado de su actividad artística es la ilustración de libros, capítulo en el cual ha ilustrado obras de Dante, Paul Bowles y Enrique Juncosa, entre otros.

El temprano interés de Miquel Barceló por el arte procede de su madre, pintora en la tradición del paisaje mallorquín; su primer deslumbramiento lo experimentó cuando viajó a París en 1974 y descubrió la pintura de Paul Klee, Jean Dubuffet, y las obras del art brut en general, que tendrían sobre él un impacto duradero.

Ese mismo año comenzó a asistir a clases de dibujo y modelado en la Escuela de Artes Decorativas de Palma de Mallorca, y poco después ingresó en la Escuela de Bellas Artes Sant Jordi, de Barcelona, aunque apenas concurrió a clases durante los primeros meses; en cambio, fue decisiva su formación autodidacta: leía con voracidad todo tipo de obras y paulatinamente fue explorando los cuadros de Lucio Fontana, Mark Rothko, Jackson Pollock y Willem De Kooning, entre otros destacados artistas.

En 1976 participó en los happenings y las acciones de protesta del grupo Taller Llunàtic, y con ellos realizó su primera exposición en Barcelona, en la galería Mec-Mec, en 1977; al año siguiente expuso en Mallorca telas cubiertas de pintura a las que incorporaba elementos orgánicos. Más adelante experimentó con gruesas capas de pintura sobre lienzos que sometía a la intemperie, para provocar en ellos reacciones físicas y químicas espontáneas, como la oxidación o los cuarteamientos, que dejaban al descubierto las entrañas del cuadro. Nunca abandonaría la experimentación con materiales orgánicos y con formas extraídas de la naturaleza.

Su participación en la Bienal de Sâo Paulo (1981) y en la Documenta de Kassel VII (1982) lo proyectaron a la escena artística internacional en plena juventud. Los principales museos y galerías del mundo comenzaron a reclamarlo y sus cuadros alcanzaron una elevadísima cotización, insólita en un artista de su edad. Con igual premura llegaron importantes galardones: en 1986 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas, y en 2003 recibiría el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

Miquel Barceló ha vivido largas temporadas en Malí, país africano cuya luz, como la del Mediterráneo, ha dejado profundas huellas en su pintura. En 1992 se casó en secreto en la localidad de Artá con Cecile, una holandesa especialista en literatura. Meses después, en agosto de ese año, fue padre por primera vez al dar a su mujer a luz en Mallorca a una niña que recibió el nombre de Marcela María Celia. El matrimonio reside en su casa-taller de Sa Devesa de Ferrutx (Mallorca). En el año 2002 realizó una memorable ilustración de La Divina Comedia, de Dante, y en 2007 inauguró un extraordinario retablo cerámico en la capilla del Santísimo de la catedral de Palma de Mallorca, que recrea el milagro de los panes y los peces.

En noviembre de 2008 se presentó al público la decoración de la cúpula de la Sala XX del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra, bautizada como «Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones». Esta obra, que cubre 1600 metros cuadrados y cuyo coste ascendió a 20 millones de euros, sólo puede ser apreciada por el espectador de forma fragmentaria, debido a su gran superficie; en ella, el artista dio forma a miles de estalactitas marinas que en su conjunto evocan un gran mar universal.

La pintura barroca, el art brut, el expresionismo abstracto norteamericano, el arte povera italiano, las obras de Joan Miró y Antoni Tàpies se cuentan entre las influencias que Barceló ha transfigurado en una formidable síntesis personal de índole neoexpresionista y de desbordante imaginación, de densa presencia matérica e inmensa riqueza plástica.

Texto extraído de: https://www.biografiasyvidas.com

 

 

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